ROYAL HUNT – A life to die for (Frontiers, 2013)

Este disco, que lleva apenas dos meses en el mercado, es el duodécimo trabajo de los daneses, ROYAL HUNT, una banda que posee la singularidad de que la totalidad de sus miembros actuales se han formado en la escuela clásica, lo que les permite brillar siempre con un alto nivel de excelencia tanto en la composición como en la ejecución durante sus directos. Liderados por el versátil y genial teclista de origen ruso, André Andersen, gran admirador de los maestros Rick Wakeman y Jon Lord, no es de extrañar que todos los temas, tanto de este disco como de sus antecesores, atesoren pasajes donde pianos, melotrones y demás teclados electrónicos tengan una presencia muy destacada. Es él el responsable de las composiciones y, en última instancia, quien concibe la obra completa apoyándose, no ya en sus buenos instrumentistas, sino en un plantel de  músicos de sesión, orquesta y coros mixtos. Pero es la voz del americano DC Cooper, reincorporada a Royal Hunt en Show me How To Live (2011) la que secunda con su lirismo y buena técnica las partituras concebidas por Andersen, quien con el paso de los años ha ido consolidando su personalísimo estilo para brindarnos discos cada vez mejor estructurados en sus vertientes melódicas y letrísticas, pero sin abandonar su ampulosa abundancia sinfónica.

Es obvio que el tándem ha dado buenos frutos desde que Cooper reemplazara  a los anteriores vocalistas que han pasado por las filas de Royal Hunt. No obstante, no creo que en este álbum tengamos algo mucho mejor que lo que produjeron en el 95 y 97, con Moving Target y Paradox, respectivamente. Simplemente mantienen la tónica y la calidad que les caracteriza, con buenos temas que gozaréis desde la primera escucha, si sois amantes de este género del rock sinfónico melódico.

Del resto de músicos, los mismos que en el anterior álbum del 2011, destaca un excelente batería, el danés Allan Sorensen (discípulo de Mikee Dee de Motörhead)  y su colega en la base rítmica, el ex cellista y bajista sueco, Andrea Passmark; y la guitarra, a cargo de Jonas Larsen, quien parece tener pocos momentos de lucimiento solista pero que, sin embargo, desgrana algunos riffs selectos y conmovedores.

Con A Life To Die For detecto un mayor compromiso con las tonadas pegadizas y un, para mi, algo decepcionante abandono de los pasajes más progresivos de sus comienzos. Sin embargo, este recurso parece pretender que la audiencia se familiarice rápidamente con esos cortes, que navegan entre una propuesta “eurovisiva” en los estribillos y pseudo-cinematográfica en los desarrollos e intros. Son sólo siete temas, lo que afortunadamente nos brinda un disco que no resulta en absoluto tedioso, pese a la duración de la mayoría de ellos donde se superan los cinco minutos.

Hell comes down the Heaven. Con una intro orquestada, repetitiva, que va ganando en ampulosidad al ir incorporando in crescendo batería, timbales y teclados, parece querer presagiarnos un rompedor sonido que, sin embargo, deviene en un más que melódico y enaltecido corte donde Cooper se muestra intenso y mesurado a partes iguales.

Bullet’s Day. Deduzco que el arranque con voz femenina está a cargo de la ya habitual corista, María McTurk, a la que se incorpora Cooper para brindarnos este tema inspirado y que juega con su estribillo, que a más de uno nos puede llegar a parecer digno de un festival de la canción donde la única concesión a puro rock es un riff de guitarra. Final ampuloso y melodramático.

Running Down of Tears. Andersen entra con un setentero sintetizador para darnos un tema algo más hardrockero pero insistiendo en los estribillos pegadizos, melódicos y excesivamente facilones. Los teclados profusos enmascaran la labor de Larsen que luego se desata en un corto pero muy de agradecer riff que nos recuerda que estamos en una banda de rock, al fin y al cabo.

One Minute Left To Life. Personalmente pienso que las intros de Andersen son muy buenas y épicas y ésta es una de esas que gustan por su orquestación recargada. Luego, en el desarrollo, nos volvemos a encontrar con un tema cantado por Cooper que hace gala de su excelente voz en los tonos medios y en los agudos, respaldado por los y las coristas.

Sign of Yesterday. Piano clásico para columpiarnos en un tema edulcorado pero que, ciertamente, responde a la propuesta de todo este disco, siguiendo la tónica de orquestaciones, riff de guitarra, líricas melódicas y coros en el acompañamiento.

Won’t Trust, Don’t Fear, Don’t Beg. Está claro que cada oyente decidirá cuál es su tema favorito. En mi caso, éste es uno de los míos: porque es melódico, elegante, grandilocuente y nostálgico. Una balada con buen ritmo, buen desarrollo y precioso final. Cooper se luce especialmente bien en él y, como no, Andersen se nos inspira y eleva haciendo acopio de todos los recursos instrumentales a su disposición.

A life To Die For. Este último track que da título al disco y sirve de carta de presentación del trabajo que nos regalan los daneses con su lyric-video, es sin duda el mejor corte de todo el álbum. Resume todo lo dicho en los anteriores pero elevándolo a la categoría de excelente. Disfrutadlo en vuestros reproductores a todo volumen. Lo diferencia de los demás en que aquí, Larsen, toma protagonismo con el sonido de su guitarra durante la intro para, luego, sumarse Andersen con su ya proverbial profusión de teclados. DC Cooper despliega en él todo su caudal vocal, educado bajo las directrices de una prestigiosa maestra lírica americana, así que no le podemos dar más que un sobresaliente cum laude en su especialidad como baladista, puesto que borda los pasajes con su timbre depurado de tenor melódico.

En resumen, un disco plagado de armonías bien atemperadas por el neoclasicismo de estos daneses que han trabajado a fondo el concepto de baladas grandilocuentes y refinadas. Se ha editado en formato CD y acompañado de un DVD con varios temas en directo de la gira anterior, que incluye además una entrevista al teclista André Andersen.

Sólo resta decir que ROYAL HUNT comenzarán gira en Febrero visitando Europa y Asia (en Japón son especialmente adorados) y que en España los tendremos en cuatro ciudades a finales de ese mes y principios de Marzo así que, si os gusta el rock sinfónico-melódico y ampuloso, tendréis una magnífica oportunidad de presenciar su directo y disfrutarlo.

Mayca Cruz «Mycure»

Tracklist:

01. Hell Comes Down from Heaven
02. A Bullet’s Tale
03. Running Out of Tears
04. One Minute Left to Live
05. Sign of Yesterday
06. Won’t Trust, Won’t Fear, Won’t Beg
07. A Life to Die For

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