ANGELS OR KINGS: Kings of Nowhere (Aor Heaven 2014)

Un nuevo disco para escuchar y nuevas sensaciones que descubrir. En esto se basa el momento de pinchar esas promos que con frecuencia llegan a mi casa. La inocencia con la que empezaba a conocer grupos hace ya más de 30 años, se ha convertido ahora en algo que a veces me desborda por la cantidad y calidad. No siempre pasa eso, no. Hay veces que evito reseñar algo que no me gusta por el simple hecho de no condicionar con mi gusto la opinión de quien, es fácil que bajo otro gusto musical, quizás disfrute con ese disco que a mí no me ha dicho ni fu ni fa.

En el caso del disco Angels or Kings no cabe duda que mi reseña es un grito al aire para decir que si, que este disco está firmado con cariño para Kate. ¿Por qué digo esto ya de entrada? Pues sencillamente porque el “Kings of Nowhere” me ha gustado mucho. En esta grabación se entremezcla de una forma elegante y tremendamente visible los siete componentes que todo admirador del rock melódico buscamos. 1º, Clase. 2º, Melodía. 3º, Estilismo. 4º, Armonía. 5º, Sentimiento. 6º, Buenas guitarras. 7º, Buen cantante. Con esto, y después de agitarlo convenientemente, tendremos como resultado unas buenas canciones.

Angels or Kings (A.O.K.) proceden de Manchester y desde muy lejos en el tiempo (1988). El grupo está compuesto por la formación clásica en esto del rock melódico. Un cantante (Baz Jackson), un buen guitarrista (Tony Bell), otro guitarra que también pone sus manos en los teclados (Steve Kenny) y un batería llamado Andy Chemmey .

Estos avezados músicos han grabado doce canciones llenas de gusto en la composición y en su ejecución. Han registrado buenas ideas y lo han hecho desarrollándolas hasta conseguir lo que todo músico busca, canciones que te eleven y sitúen donde un melómano quiere estar, arriba y con los oídos pendientes de recibir ese impacto sonoro que te haga llamar la atención con lucidez.

Por centrar un poco más el tema musicalmente hablando, la banda tiene un estilo muy parecido a grupos como Alien, House of Lords y Three Lions, aunque si de alguien me he acordado al escuchar el disco, ese es de Harry Hess y de sus mejores Harem Scarem. No digo ni de lejos con ello que se trate de una copia de los canadienses, no. Esa fuerza desgarradora que Baz Jackson utiliza es muy comparable a cómo lo hace Harry Hess cada vez que traza y finaliza las melodías en cada línea vocal. Tan universal como la música es, hemos de sentir en este disco, de forma muy similar a un británico cantando como lo hace el norteamericano.

El disco tiene un comienzo verdaderamente rompedor con tres bombazos como carta de presentación. Arrancando con muy buen pie con “Any Other Girl”, “A Harder Place” y “Ice Turned to Rain” dejan clarito de este modo que su destreza es aplastante. Tres muy buenos temas para decir “aquí estamos”.

Después de la tormenta llega la calma y A.O.K. lo demuestra con un medio tiempo que se apoya en un gran teclado y en unas guitarras, que sin ser muy “altas” en presencia por volumen, sí que decoran y mandan muy habilidosamente en el tema. Arriba nombré a “Three Lions”. El motivo es que Tony Bell me ha recordado gratamente al genio Vinny Burns, y eso es mucho decir. Tony Bell recita y susurra melodías detrás de las estrofas vocales constantemente y con mucha elegancia.

“Same Stars” y “Someone to Save Me“ podrían haber sido esos temas que grabados por Harem Scarem hubiesen dado si cabe más altura al disco homónimo o. porqué no, al “Mood Swings” de los canadienses. En este punto llevamos seis canciones y el tiempo ha pasado muy rápido. Buena señal.

El siguiente tema en sonar es “Left Me in Love”, donde la voz de Baz Jackson lleva la batuta y manda de forma soberbia. Quiero destacar la melodía inicial de los teclados que, como recurso AOR, va sonando repetidamente para crear ese ritmo que acompañe cada estrofa del cantante.

Llega el momento más romántico del disco de la mano de “A Night Like This”. Al principio una balada y después un ritmo suave que en momentos acompasa en medios tiempos intensos. ¿Esto qué es? Me parece una filigrana de los que se saben entendidos, y así como los progresivos rompen con constantes contragolpes, estos británicos se manejan dentro de lo sencillo y melódico como pez en el agua.

“Another Lost Boy” es a mi parecer el tema que más lejos está del estilo que hasta este momento estaba llevando el grupo. Es una canción agradable pero sin el gancho de otras.

“Same Old Love” me ha llevado de nuevo a 1991 con el debut de Harem Scarem y al mismo tiempo a canciones de House Of Lords. Me da que la figura de James Christian es también admirada por Baz Jackson. En esta canción hay un muy buen trabajo de guitarras con alardes técnicos de mucho nivel.

Momento AOR con el penúltimo tema del disco. “If Her Tears Could Talk” suena fino, ligero y elegante. Está lleno de detalles, de arpegios y de arreglos de teclados que le hacen merecedor de una atenta escucha.

El final llega con “Kings of Nowhere”. Sabedores del trabajo bien hecho, podrían haber cerrado magníficamente con un tema lentito. Así habrían dejado para que el recuerdo del oyente haber escuchado un buen disco de rock melódico con una bonita balada al final. No es así. Angels or Kings cierran con una canción en la misma línea que con la que empezaron el cd. ¿Quizá lo hacen para que, como si de un bucle se tratase, busquemos otra vez el primer tema? Mi experiencia ha sido esa y he vuelto a escucharlo de nuevo.

Una buena oportunidad para poder disfrutar de su directo será en Octubre en el Firefest 2014, que quizá ponga el broche final a este emblemático festival.

Luis Maria Catediano

6 Comments

  1. He disfrutado muchísimo escribiendo la reseña, y cuando veo que escribís aquí esto reconforta todavía mucho más.
    Muchas gracias.

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