WHITE WIDDOW – Silhouette (2016)

Cuánto se ha escrito acerca este disco sin haber tan siquiera transcurrido ni una semana desde que la promo entró en nuestros buzones. Parece mentira que la edición de un nuevo disco de una banda así de insignificante pude provocar tantos comentarios entre los que escribimos en las cuatro webs españolas de rock. Unos que es una pasada de bueno, que han alcanzado el cielo cuando lo han escuchado. Otros que es la experiencia más bonita de su vida. Alguno que está pensando en limitar a uno el disco que se puede llevar a una isla desierta. Por cierto, esa isla imagino que estará copada de discos ordenados de diez en diez con la etiqueta de “no tocar o cortaré tu mano”. Otros (los que menos) que no dice nada y que es repetitivo, falso y que no aporta nada. Alguno más comedido opinando que está bien pero que no llega a la categoría del anterior. En fin, que a veces y solo a veces, somos más exagerados que los de Bilbao, y otras, y solo algunas veces, nos dejamos llevar por afirmaciones tan contundentes que es imposible que sean verdaderas al 100%. Me parece que las opiniones son solamente eso, que lo que a uno le puede motivar a otro le puede resultar soso, y que estando como estamos en este mundillo tan reducido y ajustado, es de poco conocimiento pensar que por mucho que se escriba y mucha retórica que se utilice “mi” opinión es la definitiva.

Comenzaré indicando que White Widdow son un grupo que lleva desde 2008 en activo y que está comandado por los hermanos Jules (voz) y Xavier Millis (teclas). Tienen a Enzo Almanzi como gran aliado para trazar las expresivas y detallistas líneas de guitarras. Del bajo se ocupa Ben Webster y en los baquetas el batería Noel Tenny.

Tienen hasta ahora tres discos en el mercado. En 2010 editaron el primer larga duración titulado “White Widdow”, al que siguió “Serenade” en 2011 y “Crossfire” en 2014. “Silhoutte” que se edita el próximo 25 de Noviembre será el cuarto en una carrera que podríamos considerar como estable y a tener en cuenta para un grupo “de los de ahora”.

Recordando lo que los australianos han conseguido hasta ahora nos encontramos con un amplio reconocimiento de la prensa especializada en AOR y Rock Melódico debido a la calidad y pegada de los discos editados hasta la fecha. El primero supuso una gratísima sorpresa y una excelente carta de presentación con canciones como “Broken Hearts Won’t Last Forever” y “Don’t Fail Me Now”, y el segundo confirmó que el grupo componía de acertada forma y que de nuevo había temas que enganchaban. Canciones como como “Cry Wolf”, “Reckless Nights” y “Serenade” posicionaron a White Widdow en las listas y en las mejores valoraciones posibles de las webs especializadas. La misma suerte corrió su hasta ahora último disco “Crossfire” que tenía joyas de canciones como por ejemplo “Fly Away”, “Below The Belt” y “Angel”. En definitiva que estos tres anteriores discos pusieron el nombre de la banda en boca de todos los que disfrutamos del rock melódico.

Hasta aquí el pequeño repaso de la trayectoria de un grupo que me gustó a rabiar cuando los descubrí en 2011 y que ahora vuelve con su nueva producción titulada “Silhoutte” y en la cual voy a adentrarme para comprobar lo que han hecho estos cinco músicos.

Diez canciones componen este nuevo trabajo. Cuarenta escasos minutos de música que dan forma a un disco completo y de categoría. Muy buen AOR y Rock Melódico de alta clase que transmite elegancia y detalles amplios del más refinado estilo musical que tanto disfrutamos. Con claras influencias de bandas como Survivor, Styx, Toto, Boston y cualquiera de los similares que quieras imaginar como referencia, pero no para buscar comparaciones, ya que los nombrados son punto y aparte, y es que creo que a las bandas de hoy les falta un plus de originalidad y espontaneidad que sí tuvieron los que podemos considerar como inventores de este estilo de música. No por ello quiero quedarme en el terreno negativo, espacio que algunos críticos ocupan constantemente con críticas a diestro y siniestro, sino que me parece más oportuno situar cada momento donde se merece y hacerlo con la pausa que toda crítica merece para no ser ésta definitiva. En este sentido pienso que White Widdow aciertan de lleno con este “Silhoutte” y con unos temas que encajan soberbiamente. Son canciones vestidas de largo con melodías vaporosas y de tacto suave que han sido pensadas para la mejor de las ceremonias melodicorockeras. Cada canción tiene su actual personalidad y ocupa un claro hueco dentro de un disco trabajado y muy acotado por un cantante detallista y unos coros que utilizan la fórmula del replique a dos y tres voces. Sí que hay alguna canción en la que Jules Millis toma las de Villadiego y ha desentonado (Surrender My Heart – minuto 2:57) y que de manera sorprendente el grupo ha dejado grabado. Algo incomprensible si la producción hubiese sido más elaborada y seguida de cerca por alguien más fuera del grupo y menos apegado al que me parece pueda ser un equívoco habitual al cantar esa parte. Por lo demás este hombre hace muy bien su trabajo y está ampliamente arropado por unos coros acerca de los cuales tengo muchas dudas puedan ser defendidos en directo. Esto es otro cantar (nunca mejor dicho) y algo que si tengo oportunidad comprobaré.

A destacar es el gran trabajo de Enzo Almanzi con unas guitarras hechas con enorme acierto y detalle. No hay sitio para la distracción y es que este hombre llena de toques todos las partes de las canciones. Le meto (guardo las distancias para que mi opinión se lea como quiero expresarla) en un tipo de guitarristas del estilo de George Lynch cuando éste se suelta el pelo en riffs fáciles pero tremendamente dominantes. Escuchad “Wild At Heart” y “Game of Love” y pinchad de seguido cualquier tema movido de los clásicos de Under Look And Key de Dokken y comprobad que de no ser porque en White Widdow mandan mucho los teclados hablaríamos de guitarras similares. Estas composiciones están repletas de buenos solos y de acompañamientos que dirigen al grupo en una dirección acertada sin lugar a dudas.

He nombrado la pobre producción y es que esta es una circunstancia que se repite muy a menudo en discos que si bien llegan con muy buenas ideas y con enormes temas, debo decir que les falta esa categoría merecida a la hora de zanjar y cerrar un tema. También esto afecta al sonido que muchas veces queda en aceptable y de principiante cuando las canciones merecen muchísimo más. No es que este “Silhoutte” suene mal, no, pero a poco que éste se hubiese trabajado más el resultado habría sido más acorde con la categoría de los temas. Discos como el “Somewhere in California” de Night Ranger son una claro exponente de lo que es bordar el sonido y conseguir potencia en bajo y batería, y donde estos músicos jóvenes deben fijarse. Ideas les sobran y con un mayor desembolso de dinero a la hora de grabar y mezclar esto sería subsanable con seguridad.

Las canciones que White Widdow han grabado son de muy alto nivel. No voy a nombrar ninguna por encima de las demás ya que todas ellas están a un nivel de sobresaliente, pero sí que diré que las baladas “Last Chance For Love “ y “Damage is Done” son las que menos me han gustado y creo que sencillamente es porque me aburren un poco por defecto y que busco algo más de movimiento. Madre mía, que heavy soy jajajaja.

Para acabar creo que debo decir que este nuevo lanzamiento de White Widdow supera holgadamente al anterior “Crossfire” y que es mucho más rotundo y con más empaque que lo hecho antes por los australianos. Si debo poner una nota me atrevo a dar un 8/10 que creo que está más que bien. A lo dicho, el 25 de Noviembre sale el disco y no debes quedarte si él.

Luis Maria Catediano

Track List:

  1. Stranded

  2. Surrender My Heart

  3. Living For The Night

  4. Last Chance For Love

  5. Wild At Heart

  6. Damage Is Done

  7. Game Of Love

  8. Smile For The Camera

  9. Waited

  10. Sleeping With The Enemy