SEXMA – Grisalla (2018)

Sexma, banda burgalesa, no debiera serte desconocida si llevas al día los deberes aplicados a la renovación de propuestas musicales en nuestro particular limbo sensorial. Abandonando la infame causa de la etiquetación por géneros, repudiando, con precisión cualitativa, el archivador de perpetuas grietas, simplemente desarrollo el placer de sostener los movimientos que reposen o agiten mi alma.

Ahí es donde encajan el quinteto de la ciudad del Cid. En lo “emocional”.

Grisalla (álbum) acierta en los tonos aunque, en algún momento, los menos, se dispersa a la hora de alcanzar el relieve total que ensalzaría su plenitud de mecenas de libre comercio compositivo.

Con la estremecedora Grisalla (canción), iniciamos la espiral de percepciones a la que nos hemos adherido sin prejuicios. Tributo a la sofisticación altanera del tercer y cuarto disco de SILVERCHAIR que, se auto invitan, en cada melodía vocal. Un nivel cognitivo en desuso, grato alivio, aquel que proporciona el que encuentra, sin buscar, algo querido y enterrado en el olvido de la distracción presente. Un estribillo simplemente perfecto, que, como buen anfitrión, invita a quedarse abrazado a la gama de contrastes de las seis cuerdas que navegan entre la delicadeza de A PERFECT CIRCLE y la contundencia de ALTER BRIDGE. No contentos ya con semejante despliegue, los segundos van pasando por ligeros cambios de tiempo que deforman a Grisalla para sucumbir a los pies del prog rock de refinado paladar (¿TOOL?), sin aspavientos. Genial Igor Lope y su interpretación final con guiño a Myles Kennedy. Aristas (brutal la presencia de la batería), quinto tema, padece exactamente del mismo virus expuesto en el tema homónimo, contagiándome de semejante sensación. Hay algo en ambos temas que no hayo en gran número de mis escuchas empedernidas a multitud de lanzamientos: ESPERANZA.

Oceánica y su asfixiante ritmo inicial, íntimo de Mustaine, se apartan al servicio de una estrofa SKIZOO, quizás más SOBER. El desenlace a un puente raza mixta MEGADETH – QUEENSRYCHE, se fragua en un estribillo nuevamente adictivo, etéreo, como una profunda calada de paz. Su solo me deja helado por la exuberancia de la propuesta, enmarcada en la técnica de George Lynch en sus últimos compases, una sorpresa totalmente inesperada y de agradecer.

El Mundo Contra Mi surfea de nuevo por el oleaje de los de Carlos Escobedo pero, como buena costumbre, en su estribillo, pilotan con libertad de miras. Muchos de los grupos de rock melódico actual pagarían por un verso tan apetitoso y un solo tan acertadamente simple y efectivo.

Bajo El Mismo Sol se ampara entre las piernas de los de Tremonti, ALTER BRIDGE, como un niño revoltoso cogiendo aire antes de arremeter de nuevo con sus fechorías. Poderoso riff, caídas de intensidad con elegantes ornamentos y estribillo con rabia contenida en perfecta sintonía con el neo grunge. Magnífica subida de tono final en íntima reacción a los estudiados arreglos de guitarra.

Atemporal congela las agujas y extiende el tiempo. Profundidad, tanto en las guitarras más desnudas como en los paisajes que recrean planos de dimensión subconsciente. En fusión con la pasión que derrama Igor y la precisión con la que Iván Olano dirige a Sexma, los arreglos de cuerda que han tejido para la ocasión, sintetizan el objetivo de la canción: emocionar una vez más.

Soy se ensucia las manos cavando en la fosa ALICE IN CHAINS. El doblaje de las voces, la contundencia y la penumbra de su ambiente profanan la memoria decadente de los de Seattle para formar parte del sonido característico de la banda. Y en este punto me reafirmo. Sexma poseen un sonido personal, nutrido de influencias varias pero, finalmente propio.

Un disco que gana con cada escucha. Una banda que tiene una magia especial. Una voz carismática. Destreza detallista en cada instrumento, en cada tema, que genera un conjunto inalterable a una visión aventajada de crossover melódico progresivo apto para todos los públicos, o al menos para los que tienen gusto.

Grabado, mezclado y producido por Alberto Seara en los afamados Cube de Madrid y con masterización de David Donelly en los DNA MASTERING Studios (MOTLEY CRÜE, CHICAGO, AEROSMITH, RHCP), con un artwork sumamente distinguido en manos del maestro David Calvo y el propio Iván Olano, completan un trabajo de primera línea.

Enhorabuena Sexma, ya jugáis en primera división.

Jesús Alijo «Lux»