KING KOBRA – II (2013)

Que los King Kobra no son la mejor banda del mundo haciendo Rock duro creo que está bastante claro. No lo fueron en los 80 así que no lo podían ser en la actualidad.
Otra cosa es que en los últimos tiempos se lo estén currando de cojones y con el mérito de que prácticamente la base clásica de la banda (incluyendo al ex-WASP Johnny Rod y excluyendo a Mark Free, ahora Marcie…) sigue la pauta que marca la baqueta del líder del grupo, que no es otro que el legendario batería de los Vanilla Fudge y Cactus, Mr. Carmine Appice.

 

Hay que recordar que cuando el Metal estaba de moda en USA, Appice formó a los King Kobra, Hard rockeros de la laca que les tocó repartirse algunas migajas del pastel «Glam Metálico» de la época con un previsible y efectivo debut, y una entretenida continuación aorera a mayor gloria del tema «Iron Eagle» de la película «Aguila de Acero».
Tras varios frustrados regresos con alguna frustrante grabación, volvieron por sus fueros con el que puede que sea su mejor trabajo hasta este novedoso «II», hace tan solo dos años.

 

Parte del acierto de estos nuevos-viejos King Kobra residía en las cuerdas vocales del ex Rough Cutt y Quiet Riot Paul Shortino, un vocalista de la escuela clásica más cercano a Coverdale que al ex de los KK Mark Free.

 

Ahora los King Kobra se gustan y publican su «posiblemente» mejor trabajo, en pleno 2013, en una era que sigue dando la espalda a esto del Rock duro.
Doce son la canciones, que nunca serán originales pero que se salen de lo correcto, llegando incluso a lo perfecto, lo que no es moco de pavo para un disco de una hora de duración.

 

Temas broncos pero con clase, como en la inicial «Hell on Wheels», potentes arritmias Hard rockeras de la vieja escuela Heavy Americana ( «Knock ‘em Dead Kid»), medios tiempos amables y resultones («Take me Back»), Blues-Hard- Rock vacilón («Johnny Rod Blues» y «Have a Good Time») o Hard Rock super clase en la línea de los Whitesnake más ochenteros ( «Go it Comin'») sin olvidar el obligado guiño a los Zeppelin («The Crunch»).
Estas son las razones plausibles para darle una oportunidad a un trabajo que se deja escuchar y más en una época del año como esta.
El Hijo de Ron Keel