HEAVEN AND EARTH – Dig (2013)

El tercer trabajo de Heaven and Earth (Stuart Smith’s Heaven and Earth y Widows to The World son los anteriores, además del EP A Taste of Heaven) es un excelente disco marcado por dos hechos fundamentales: su deliberada mirada al rock de los 70, al que sus miembros declaran estar definitivamente unidos y el hecho de tratarse, de una vez por todas, del trabajo conjunto de un grupo de músicos, más que el proyecto de un guitarrista-compositor. El primero es patente en la riqueza y la autenticidad de las composiciones, llenas del poso y la variedad que da la experiencia, así como el sonido derivado tanto de los instrumentos y su interpretación, cuanto del hecho de estar grabado con todos los músicos en plan jamming, en lugar de uno por uno. El segundo es reconocido, no sólo por Stuart Smith (guitarra y alma mater del proyecto) sino también por el resto de los componentes (Joe Retta a las voces, Chuck Wright al bajo, Richie Onori a la batería y Arlan Schierbaum al Hammond). Se trata de un elenco de excelentes músicos con una larga trayectoria. La voz de Joe Retta definitivamente cumple los deseos de Smith, que se declara abiertamente fan del estilo de Paul Rodgers, y, por qué no decirlo, también los míos. Además, en Dig, Heaven and Earth cuenta con la colaboración de Howard Leese de Heart, David Paich de Toto (ambos grandes amigos de Stuart) y Richie Sambora ¿de Bon Jovi?. Este último era cuñado de Smith, pues ambos estaban casados con las hermanas Locklear y mantienen una excelente relación. Un cóctel que, por fuerza, ha de ser de nuestro agrado.

En cuanto a los temas, Dig abre con un auténtico himno, que es una declaración de intenciones. Victorious parte de un riff lleno de reminiscencias del oriente medio y toques purpleianos, con un órgano hammond que entronca con los clásicos setenteros del más alto nivel. Sigue con No Money No Love, (cuya letra se basa en la última ruptura sentimental de su creador) con una clase indiscutible y un protagonismo del órgano que, una y otra vez, nos transporta a sonidos de Purple o Whitesnake. I Don’t Know What Love Is es una balada impecable con guitarra arpegiada, un bajo que resuena en el pecho y un estribillo para pasar a la historia; con Retta demostrando su versatilidad. Man and Machine es un temazo cañero que cuenta con Richie Sambora a la slide y el talk box; con el típico esquema de frase de voz contestada por la guitarra. House of Blues bebe de este género y en él destacan los teclados, las guitarras y la letra reflexiva. Un riff compartido y ritmos setenteros dan inicio a un Back in Anger muy crítico, en el que la terrible actualidad llega a hacer que se planteen: ¿a dónde vamos? Fondo y forma para una canción estupenda. Waiting For The End Of The World es otro de esos temas que dejan el inicio al hammond y se llenan de clase en el tratamiento de las guitarras y las voces. Y así, Rock and Roll Does, Sexual Insanity… Temas que mezclan calidad y potencia, hasta llegar a A Day Like Today, canción historicista en la que el combo demuestra su extraordinaria formación con toques clásicos. Un tema que mezcla distinción y melancolía a partes iguales, demostrando una madurez fuera de todo tópico. Para continuar con Good Times, con toques del mejor AOR al estilo Toto y una demostración de la variedad de registros en los que se mueve Joe Retta . Finalmente, Live As One, con la participación de Howard Leese de Heart. Un tema más tranquilo para más gloria de la voz de Retta y coros góspel de altísimo nivel.Como ellos mismos dicen, fusionan hard rock, blues y un toque de música clásica sin complejos, cogiéndolo donde lo dejaron bandas como Deep Purple o Bad Company; para crear un potente “blend” de poderosísimos himnos, rocks melódicos y baladas introspectivas que evocan el espíritu de esa época mágica. Imprescindible, de verdad.

Toño Mártinez Mendizábal