GIOELI / CASTRONOVO – Set The World On Fire (2018)

¡Cuánto le debemos y, a la par, le deben Johnny Gioeli y Deen Castronovo a uno de los mandamás de la música melódica de todos los tiempos como es Mr NEAL SCHON!

Y es que no solo se lo debe esta nueva alianza, sino prácticamente el desarrollo exponencial de sus carreras hasta la actualidad, que crecieron de haber sido bendecidos por la majestuosidad del icónico guitarrista de JOURNEY. Evidentemente las dotes de ambos artistas han contribuido, por mérito propio, a ser conocidos por sus nombres y apellidos, pero, ¿no creéis que si no hubieran militado en los HARDLINE de 1992, cuyo debut figura en lo más elevado de los rankings de la mayoría de los militantes de la fe del Hard Rock melódico/AOR, hubiesen corrido otra suerte sus destinos?

Castronovo siempre ha sido un batería estratosférico, venerado por los amantes afines al kit de percusión y sus despliegues, pero, a pesar de saber que era un magnífico corista, nos sorprendió a todos como voz principal de escuela Perry en uno de los temas de I On You de NEAL SCHON (de nuevo por aquí…), pasando posteriormente a formar REVOLUTION SAINTS, tras su salida de JOURNEY, y dejar boquiabiertos a propios y extraños.

Gioeli, la voz de uno de los mejores discos de la historia de la música moderna como es Double Eclipse, mantiene el timón de HARDLINE, con más bandazos que aciertos, sobreponiéndose a las tempestades que azotan los océanos del mundo melódico. Sustituir en las filas de AXEL RUDI PELL a JEFF SCOTT SOTO, ha sido un triunfo que se perpetúa, con éxito, tras veinte años de alianza. Pero su inquietud le ha mantenido activo en intervenciones diferentes, hasta trabajar para SEGA con CRUSH 40.

Continuando con esta tradición que abandera Frontiers, reúne a dos portentos para la realización de un redondo que haga las veces de medicina necesaria para remediar las carencias melódicas del mercado actual. ¿Lo consigue? Pues para ser sinceros parcialmente, resultando este Set The World On Fire más un placebo que un tratamiento eficaz. Intentaré explicarlo.

Pese a que hay un gran remanente de calidad, vocal e instrumental, la cadena de montaje Frontiers, cuando planea alargando su sombra sobre el material, desluce un conjunto de calidad sobria, evidenciando diferentes tramos en el plástico.

Composiciones que lo mismo valdrían para SUNSTORM, PLACE VENDOME o similares, selladas con el nombre de la factoría. Unas brillantes, otras ecos de su propia sintonía, encajadas en diferentes posiciones con resultados diferenciables. Set The World On Fire, aunando potencia y melodía, con carácter más metalero, es un principio abrumador, con ambas voces apabullando, pero carece de identidad propia, a pesar de acertar con facilidad. Fall Like An Angel, más comedida y con precisos – preciosos teclados de Alessandro Del Vecchio, no aporta distancia aunque entretiene. It´s All About you se salva por la garganta de Gioeli en soledad, pero no deja de parecerme un émulo de patrones baladísticos de la marca italiana, eso sí, con cierto perfume Pell. Remember Me me deja la misma sensación, mejorada he de remarcar, agraviando la comparación pero defendiendo mayormente el pasado europeo melódico pre Frontiers. Mario Percudani, a las guitarras, luce notablemente, y en este corte en concreto, roza el sobresaliente.

Por otro lado, encontramos momentos de auténtica inspiración y manufacturación algo más personal, creando la magia que todos esperamos para esta reunión en concreto. Y no vacilaba con la mención honorífica a NEAL SCHON, pues en ellos encontramos, sin apenas buscar, el despliegue JOURNEY desde sus épocas ochenteras hasta la actualidad. Supongo que pasar tiempo con un maestro de altura cala más hondo que centenares de horas rodeado de libros.

Through es un medio tiempo precioso, evocador y altamente enriquecido por la dualidad de sus voces. Estribillo y atmósferas conseguidos a más no poder.

Who Am I, terciopelo Snake en sus guitarras eléctricas, voces al límite de la pasión (uno no deja nunca de incorporar con orgullo el trabajo de sus héroes, ¡FUERZA MANZANO!), guitarras acústicas BAD ENGLISH (¿en serio no os recuerdan a Time Stood Still?) y coro de armonías menos usuales que evidencian el auténtico trabajo.

Need You Now me descoloca, en un disco de pugnas vocales (en el mejor sentido, aquí la competición es para nuestro placer), ¿era necesario recurrir a una tercera voz, en esta ocasión femenina, para acompañar a Gioeli? La canción es una versión del trio Country LADY ANTEBELLUM, una maravilla de por sí, máxime llevada a nuestro terreno, pero que, siendo cover e, incidiendo en la incorporación de nuevas voces y obviando su calidad, ¿demuestra que hay demasiada paja para un proyecto de este calibre?

Ride Of Your Life es lo que a JOURNEY un himno, derecho propio. Pasajes vocales de ensueño, interpretados por Castronovo, de la época dorada y encima aderezados con sentimiento SURVIVOR. Grandioso.

Mother, balada con instrumentación descomunal, inhalada fuertemente y exhalada con moderación en el contexto latino del aprendizaje instrumental de SCHON. Un estribillo donde las progresiones vocales, quizás algo más extensas de lo habitual, de ambos cantantes, son de admirar, solapándose y adornándose con sapiencia y sentimiento. Contienen una brizna de más de azúcar Disney que, de no ser por su juego armónico, empalagarían. Me repito, instrumentación admirable.

Walk With Me, con el espíritu del eterno, para los amantes de aquella etapa, matrimonio PERRY – SCHON, procede como otra balada del catálogo de estos, bella pero innecesaria, con más base de la época Augeri. Volvemos a encontrarnos con otra voz femenina cubriendo las contestaciones en el estribillo de un tema protagonizado por Castronovo. No acabo de entender la jugada, aun quedando bien.

Let Me Out cierra en acústico, mayormente desnudo, tapado ligeramente con detalles de teclado y para total lucimiento de Gioeli. Un tema para disfrutar de su timbre, de su potencia y de sus giros interpretativos. Muy en la onda del señor Soto quedando impoluto para deshacerse de la ampulosidad general.

Nik Mazzuncconi al bajo, Alessandro Del Vecchio teclados y coros y Mario Percudani a la guitarra, todos miembros de los HARDLINE actuales cumplen con creces junto a la inmensa batería de Deen.

¿Impresiones definitivas? Demasiados interrogantes para un disco tan sencillo de analizar y disfrutar, en la medida de los gustos. Si tuviera que ponerle una nota le daría un 7, un notable pese a todo. El por qué podría argumentar que sería que casi todo agrada, bastante gusta pero poco me vuelve loco, como mucho de lo que han realizado con anterioridad. Y no, no mido esta reseña por sus dilatadas carreras, mido este trabajo desde el corazón.

Jesús Alijo «Lux»