GALIA METAL FEST – Crónica

GALIA METAL FEST
Polideportivo Municipal Pozal de Gallinas (Valladolid) 23-24 de Marzo 2018
Crónica y fotos: Raúl Blanco

Al amparo del asentado Atalaya nace un nuevo festival, Galia Metal Fest, que con esta primera edición ha puesto las bases para consolidarse en el calendario de Festivales nacional. Gran ambiente, un buen puñado de bandas y una organización perfecta para hacer muy cómoda la asistencia al público ya que además de poder disfrutar de los conciertos, los asequibles precios en barra y la posibilidad de adquirir comida aseguran la satisfacción al asistente. Vamos a haceros un breve resumen de lo que fue el festival y la actuación de las bandas a continuación.

 

 

Si bien es cierto que quizás la fecha no fue la más idónea, la temperatura era realmente baja, el acierto con las bandas del cartel hizo que la gente disfrutara muchísimo. La hora de comienzo de la primera jornada el viernes hizo imposible llegar a las primeras bandas, y no fui el único al que le sucedió ya que a nuestra llegada en plena descarga de Foscor el público aún era escaso. La imagen oscura de la banda quedaba desvirtuada por la asistencia y sobre todo por la claridad que aun había en el polideportivo, aun así, hicieron su show de la mejor manera posible.

 

 

Cuando pisaron el escenario Earth Electric aun el público era escaso y por qué no decirlo, algo tímido, algo que fue cambiando poco a poco con el hard rock con toques atmosféricos de la banda. La voz y los movimientos con toques arabescos de Carmen Simoes fueron llevándose al público hacia delante del escenario. A mitad del show prácticamente todos los que estábamos allí quedamos hechizados por ella. Como complemento a su actuación se montó un stand de ilustraciones inspiradas en el grupo por parte de Costin Chioreanu que atrajo las miradas de muchos curiosos.

 

 

El punto de inflexión de la jornada del viernes la puso el power metal de los germanos Stormwarrior. Ya con más ambiente en el polideportivo los alemanes se metieron en el bolsillo a los asistentes. Sin lugar a dudas este tipo de bandas y el power metal siempre es un valor seguro dentro de cualquier festival realizado en nuestro país. Más de uno termino el concierto de Stormwarrior con dolor de cuello pero es que resultaba imposible no hacer headbanging escuchando temas como “Ragnarök”. Una auténtica lección de saber estar en el escenario es lo que dieron Stormwarrior que a buen seguro se llevaron algún nuevo seguidor.

 

 

Rage, ya hablamos de otra cosa, creo que a estos no hace falta que os los descubra yo ahora verdad. Esperando para salir a escena jamás dirías que el Peavy que bromeaba con Marcos (guitarra) mientras retrasmitía en directo con su móvil para las redes sociales, era el mismo que luego se comió el escenario, que transformación. Desde que pone un pie en las tablas son un atentico ciclón. Peavy tiene a su banda, ahora sí, hacia unos meses que les había podido ver en Madrid y esta vez me confirmaron del todo que estos Rage están en un estado de forma impresionante. Grandísima descarga la que nos ofrecieron en un escenario que para nada les era desconocido ya que en el Atalaya conocían ya como se las gastaban.

 

 

El plato fuerte en cuanto a nombre del viernes llegaba de la mano de Stravaganzza. Había tenido ya ocasión de verles en su concierto de La Riviera y esta vez se quedaron muy lejos de gustarme. Los muchísimos problemas de sonido y un Leo con un soberano cabreo durante prácticamente la totalidad del concierto hicieron que resultara prácticamente imposible para muchos de los que estábamos allí meternos en el show. Yo estaba “sufriendo” solo de ver a Leo una y otra vez hacer gestos e irse hacia el fondo del escenario tratando de encontrar una solución a los problemas. El resto de la banda bien, en su papel y muy acertados llevando el peso del show sobre todo Patricio y un soberbio Pepe Herrero. Ni tan siquiera el show mostrado por las intérpretes femeninas que salen a escena me hicieron relajarme. Afortunadamente no todo el público pensaba igual y menos cuando la banda hizo las dos clásicas versiones de Tino Casal y Mecano que ya son auténticos himnos para sus seguidores. Una lástima, me hubiera gustado seguir con el recuerdo fantástico de aquella noche en La Riviera.

 

 

Cambio de tercio musical, el death metal nos iba a adentrar en la madrugada ya de la mano de God Dethroned. Quizás fue por la hora o por que el sonido que tuvieron no fue excesivamente limpio pero sinceramente se me hizo muy largo y pesado el concierto de los Holandeses, y creo que no fui el único ya que mucha gente aprovecho para hacer la parada en “boxes”, repostar tanto liquido como sólido. En cierto modo esto también lo sufrió Leyenda, ya que el cansancio se unió a la pequeña demora de tiempo que llevaba el festival y cuando los madrileños pisaron el escenario el panorama no era como el de las 5 de la tarde pero tampoco éramos más de ochenta personas los que estábamos allí. Una cosa si es de agradecer y es que Leyenda tocaron su show con la misma pasión que si aquello estuviera hasta arriba. Un diez para ellos.

 

 

La jornada del sábado comenzaba con un arroz a la zamorana realizado en las instalaciones y que por tan solo 5 euros podías degustar, algo que atrajo a la gente desde temprano aunque bien es cierto que también perjudico a Mad Era, los chavales tuvieron que tocar como si lo hicieran para amenizar un banquete ya que la mayoría estaba dando buena cuenta de las viandas sentado tranquilamente en la grada lateral del polideportivo.

 

 

Olvido, la banda de Girona, eran los siguientes en salir al escenario del Galia, la banda de metal gótico siguen con la presentación de los temas de su disco “cupido I mors” y amenizaron la sobremesa del público. Con un buen número de seguidores a sus espaldas, y presentes en el polideportivo de Pozal por supuesto, consiguieron hacer un gran concierto y por qué no decirlo, ganarme a mí para la causa también. Si bien es cierto que tienen un sonido mucho más oscuro, por momentos llegan a recordarme a Héroes del Silencio, puede parecer algo extraño pero esa fue mi percepción sobre una banda a la que hasta ese momento no conocía.

 

 

La representación local del festival corrió a cargo de Ciconia, pues bien, no puedo decir que sean malos, no me atrevería a decir que no sean unos músicos muy competentes pero, su estilo progresivo completamente instrumental no encaja en mis gustos por lo que no los disfrute mucho. Bajo mi punto de vista no es escenario más propicio para su música, en mitad de un festival a plena luz del día y con el cansancio que viene acumulado del día anterior. A Ciconia me gustaría verlos con su repertorio, sintiéndose ellos protagonistas de la película y en una sala con buen sonido en el que se pueda apreciar con claridad todos los matices que tratan de trasmitir y como habréis podido imaginar, no se daban ninguna de esas circunstancias.

 

 

Comenzaba la parte del festival en el que aparecían las bandas con un nombre ya más consolidad en el panorama musical y los primeros dentro de esa categoría era Xtasy. Si no recuerdo mal esta era la cuarta vez que veía a la banda presentando los temas de su maravilloso “Second chance” y tenía unas ganas enormes de ver si por fin a la cuarta el sonido iba a poder dejarme disfrutar de su concierto en condiciones. Pues bien, esta vez el sonido fue correcto y si unimos su descarga a las anteriores que os mencione creo que puedo sacar una conclusión clara, a la banda le cuesta mucho llevar al directo el sonido del disco. Está claro que actualmente pocos son los que se atreven a hacer un directo totalmente libre de samplers o artificios pero Xtasy no consigue darle a los temas en directo la elegancia que desprenden en estudio. Aun así el grupo es muy disfrutable en directo ya que tienen grandísimos temas pero echas en falta ese punto de, no sé cómo definirlo, tal vez soltura, que te hace saborear su lanzamiento en estudio. Creo que hay mimbres, pienso que tienen temas, solo falta que consigan poner sobre el escenario lo que tan brillantemente has plasmado en el estudio.

 

 

Dos días antes les disfrute con su show completo en Madrid y ahí estaba de nuevo, viendo a Ammunition, la banda del ex Wig Wam Age Stenn Nielsen que ha sabido rodearse muy brillantemente. Una vez mas geniales y derrochando simpatía, Ammunition se metieron en el bolsillo al público desde el primer momento. Me atrevería a decir que desde que traspasaron las puertas del Polideportivo y se mezclaron con la gente como si nada visitando y comprando discos en los puestos que estaban distribuidos alrededor del recinto. Les gusta tener todo bajo control y cuando no sucede eso, Age manda parar ante el asombro de un Erik que le mira con cara de incredulidad y una medio sonrisa que dice “qué coño hace este tío”. El grupo se siente tan cómodo que Age no duda en bajarse a cantar entre la audiencia para regocijo de los asistentes que móvil en mano inmortalizan el momento. Como viene siendo habitual “In mi dreams” cierra su concierto con los aplausos entregados del público.

 

 

Como sucediera en el día anterior con Stormwarrior, sus compatriotas Axxis y su “happy power metal” pusieron a dar cabezazos al aire al respetable. Quizás les sobre “vacile” y tanto cliché en forma de canticos pero lo que no les puede negar nadie es que tienen un saber estar en el escenario que solo se adquiere con el tiempo. Hacen lo que hacen y el público les recompensa con cariño incluso cuando deciden subir a una chica al escenario para que les acompañe con la pandereta, algo que por mucho que intentaron no fueron capaces de conseguir. No debe resultar tan sencillo mantener un ritmo constante o al menos a esta joven fan no se lo resultó. Por méritos propios Axxis fueron uno de los grandes triunfadores del festival.

 

 

 

Pero si de triunfadores hablamos sin ningún lugar a dudas el auténtico vencedor de esta edición del Galia fueron los vallecanos Muro. Si me llegan a decir que serían capaces de poner aquello patas arriba de la forma que lo hicieron no me lo creo. Increíble la reacción de los asistentes a su concierto, no había nadie que no se supiera y coreara sus temas dejándose la garganta. Incluso para la propia banda debió de resultar una muy agradable sorpresa, sin lugar a dudas. Rosa estaba exultante, no borro la sonrisa de su cara en ningún momento e incluso pude presenciar el único conato de problemas de todo el festival cuando comenzó la “pelea” entre dos seguidores por hacerse con la baqueta lanzada por Lapi y que afortunadamente no quedo más que en un tira y afloja.

 

 

La golosina del festival tenia nombre y ese no era otro que Diamond Head, una de las bandas que influencio, según palabras del propio Hetfield, a los mismísimos Metallica entre otros muchos. Los de la NWOBHM se marcaron un auténtico conciertazo, de principio a fin. Resulta maravilloso ver la elegancia con la que Brian Tatler acaricia las cuerdas de su Les Paul. Ni que decir tiene que la mayor atención conseguida por la banda fue con “Hepless” y sobre todo cuando Rasmus solicito a todos que levantaran sus cuernos preguntando “Am I evil?”. El punto de veteranía y clase a raudales vino de la mano de Diamond Head, inmenso concierto el que se marcaron y que pudimos disfrutar ya que el sonido fue realmente bueno, algo que realzo incluso más su descarga.

 

 

Pero parecía claro a lo que había asistido la gente al festival, y no era otra cosa que disfrutar de las bandas clásicas de nuestro país ya que una vez más el polideportivo municipal se vino abajo cuando pisaron el escenario Leize. La banda está en un estado de forma brillante, incluido físicamente como indican los múltiples saltos de Toño y su bajo, y si a eso le unes un grado de madurez y el estar de vuelta de todo en este mundillo musical hacen la resulta de unos conciertos divertidos y asequibles al disfrute de todos. Más allá de la carga política de sus canciones, algo que gusta mucho en este país, quien se resiste a corear temas como “Acosándome” o “Buscando mirando”. Leize disfruto e hizo disfrutar de lo lindo a todos, nos quitó la poca voz que nos quedaba en ese momento ya y termino por dejarnos en la reserva de nuestras fuerzas ya que además, terminaron una hora más tarde su concierto por el cambio horario.

 

 

Llegaba el momento de cerrar el festival y la banda encargada de darle el carpetazo fue Vhaldemar. Pensaba que para ese momento de la noche quedarían pocos valientes ya pero me equivoque, los de Baracaldo disfrutaron de una audiencia más que aceptable que tuvieron que “aguantar” los comentarios jocosos de un auténtico showman como es Carlos Escudero. “Este pueblo está a tomar por culo” o “cuatro putas casa que tenéis aquí” se intercalaban con ese sonido tan característico de la banda a lo Manowar. Como no podía ser de otra forma la gente se los tomo como lo que eran, parte del show.

 

 

Fueron dos días muy intensos en los que se ha puesto la primera piedra para el Galia Metal Fest, un festival que compartirá y convivirá en los años sucesivos si todo va bien con el Atalaya. Dos festivales hermanados que darán mucha vida al pueblo de Pozal de Gallinas y a Medina del Campo y ayudaran a mantener entretenidos a su salida a la guardia civil y sus controles de alcoholemia y drogas. Todo por la patria.