FEDERAL CHARM – Passenger (2018) review

¿Qué posibilidades hay de remontar una carrera cuando ésta se estrella con toda la tripulación de fans, canciones y sueños dentro? Federal Charm iba directo hacia el cielo cuando acabó tocando suelo y, contra todo pronóstico, ha sabido volver a levantarse para empezar de cero con nuevos miembros, nuevas canciones y nueva dirección.

Retorno a 2015. En su anterior álbum, el fenomenal “Across the divide”, la banda de Manchester había encontrado un equilibrio perfecto entre sonidos de los dos lados del Atlántico, con ramalazos de rock pesado con pasajes más bluesys y unas pocas melodías supremas. Pero, visto con perspectiva, no se trataba de un destino alcanzado tanto como una estación más en un viaje que, a pesar del destrozado avión de la portada, aún no ha terminado.

2016: la banda se rompe en pedazos (amigablemente) cuando Nick Bowden y Danny Rigg, vocalista/guitarrista y batería respectivamente, dejan la banda. Parece que, como tantas otras veces, nos vamos a quedar sin una buena banda a la que le empezaba a sonreír el futuro.

Llegamos a 2018. En “Passenger” el equilibrio se rompe como la banda que le dio forma. Con la banda original reducida a dos de sus miembros, los reemplazos han dado al combo un sonido más musculado, pero también más convencional. Al fin y al cabo, en la liga de las bandas herederas de Led Zeppelin, hay tal competencia (desde Rival Sons hasta los recién llegados Greta Van Fleet) que parece difícil despuntar siquiera un poco.

En ese sentido, Federal Charm han preferido surfear la ola que otros han provocado en los últimos lustros, en lugar de centrarse en provocar alguna onda en el estanque. ¿Merece la pena el cambio? Depende para quién. Teniendo en cuenta que “Across the divide” fue el álbum que me metió de lleno en el sonido de la banda mancuniana, “Passenger” se escapa por una tangente que no resulta en absoluto novedosa.

Y es que no hay sustituciones perfectas, igual que no hay dos palabras que signifiquen exactamente lo mismo. Tom Guyer, el nuevo frontman, reemplaza con medalla a Nick Bowden, que no era ningún virtuoso con la voz ni con la guitarra. Pero, al hacerlo, Federal Charm han perdido parte de su encanto, que residía en esa inusual delicadeza de las melodías y las dinámicas detallistas.

En “Passenger” todo va a gran velocidad y potencia, como una apisonadora. “Swing sinner” marca la pauta desde el primer guitarrazo, y nos dice, a las claras, que la banda es ahora otra. “Choke”, que sirvió de primer single, apuntalan la nueva dirección, y otras, como “Get through” y “Speak out”, con su machacona insistencia, mantienen el tono.

Sin embargo, tampoco podemos decir que estos Federal Charm sean irreconocibles. Los riffs de Paul Bowe siguen ahí, y el desarrollo de algunas canciones como “Emeral Haze” o “Nowhere is home” nos devuelven ecos de la banda que quedó atrás. No es un equilibrio musical tanto como una variedad estilística que convive como buenamente puede, pero el resultado es satisfactorio, y “Passenger” requiere de sus oyentes la atención de varias escuchas.

En el camino, nos encontraremos un puñado de buenas melodías acompañadas de muy bien hiladas historias (tramas familiares en “Swing sinner”, la desaparición de locales de ensayo en “Death Rattle”, la destrucción medioambiental en “Concrete creature”, etc.), propias de una banda que ha conseguido aprender del traspié y madurar con él. “Passenger” es, pese a lo que perdimos en el camino, un kit de supervivencia de una banda de la que esperamos poder seguir hablando de aquí a dos décadas.