DRAGONFORCE – Maximum overload (earMusic 2014)

Cuando oyes alguna canción de Dragonforce lo primero que te viene a la cabeza es la imagen de una competición entre los coches mas rápidos del mercado, dos guitarristas que llevan hasta el final sus composiciones en continuas peleas sonoras entre riffs y solos. A pesar de haber momentos en los que él que escribe piensa que no les vendría mal seis cuerdas más. Dos guitarristas (Herman Li y Sam Totman), que han hecho de la banda su sello personal, les ha tocado cargar con hechos tan complicados como la marcha del grupo de ZP Theart, su primer vocalista, saliendo adelante grabando “The power within”, disco que tuvo bastante detractores y  que ahora con la nueva grabación pretenden consolidarse. Así que pasamos a analizar los resultados.

Empieza la descarga de adrenalina con “The game”, como siempre los ritmos vertiginosos son los que comandan a esta banda, con algo más de melodía que en otras ocasiones damos al tema un poder decantado y marcado por la suavidad de la voz de Marc Hudson combinada en momentos con la colaboración de Matt Heafy de Trivium, y por supuesto nos encontramos con el ya clásico enfrentamiento a las seis cuerdas entre Totman y Li. Un buen corte para comenzar un plástico lleno de energía. “Tomorrow´s king” es el siguiente golpe en la cara, probablemente algo más cercano a los tiempos de Inhuman Rampage que ya quedaron atrás, un tema perfecto para empezar los conciertos de la incipiente gira.
“No more” es una correcta continuación, pues para nada se aleja del estilo,  y no ofrece nada nuevo salvo nuevas ilustraciones rítmicas en el nato duelo de hachas. Y una pequeña pausa pasado el ecuador que hace el corte algo más atractivo. “Three hammers” cuando lees ese título te esperas una canción al mas puro estilo rock ´n roll de Motorhead y como es evidente no se parece en nada, nos metemos en un ritmo lento para la banda (rápido para muchas otras), con mucha melodía vocal que se convierte en una pausa para los oídos mas inquietos, que cambia en su meridiano ofreciendo un corte mucho más atractivo, y algo distinto dando una imagen más humana de los miembros y no tan robótica.
“Symphony of the night”, regresamos a la velocidad sin fin en las partes más melódicas, regaladas para una canción pausada en alguna ocasión y desacelerada en su mitad ofreciendo la mejor parte no vocal de todo el plástico. “The sun is dead” es un gran resumen de las sensaciones que llega a crear el álbum en una primera escucha. Un disco comprimido, en seis minutos y medio.
Seguimos con la velocidad en “Defenders” y “Extraction zone” dos canciones con la misma esencia pero una estructura vocal algo diferente. Algo repetitiva considero en mi audición “City of gold”, que no a “Ring of fire” quizá por ser un poco más para todos los públicos.

A resumidas cuentas es un disco fácil de escuchar para sus seguidores más acérrimos pero a lo mejor un poco pesado para los demás, un buen sonido y una buena producción le avala (con un montón de bonus tracks para quien compre la edición “bonita”), pero se echa de menos la mano que le daba ZP.

Sergio Subijana