DEVICIOUS – Never say never (2018)

Para los que sigáis de cerca el Hard Rock y el AOR de los últimos tiempos seguro que el nombre de DeVicious no pasará desapercibido. La banda se formó en 2016, en Kalrsruhe, por ex miembros de algunos grupos alemanes como: Andi Deris, Zar o Chryztyne, con el objetivo de hacer Hard Rock, recuperando el sonido propio de los 80`s, algo que han conseguido sin lugar a dudas. Tras realizar varios videoclips, nos presentan su primer disco: «Never Say Never», editado gracias a The Junction el pasado mes de marzo y que será relanzado, de nuevo, el 24 de agosto, por la discográfica Pride & Joy Music.

En primer lugar, es de destacar la portada del disco, la cual es un aviso de lo que encontraremos al darle al play, como diría Nikki Sixx: “El rock n roll es como un chupito de Jack Daniels. Debes sentir cómo te quema”, y es que este álbum es ¡puro fuego!

El primer tema que nos presentan: “Everything”, es adrenalina en estado puro, las guitarras junto a la batería, y la voz de Mr. Sanders, nos dejan K.O. Si sois fans de Journey, preparaos para un viaje en el tiempo, porque os llevan directo a los 80`s. El ritmo continúa con “Penthouse Floor”, otro temazo, en donde dejan notar las influencias de Van Halen, tu cabeza comienza a volverse loca con la música y acabas teniendo un orgasmo. Con “One Track Mind”, descubres que te quieren muerto, nos quitamos el sombrero ante su genialidad, algo a destacar es la introducción de sonidos electrónicos. Terminas por levantarte y comienzas a dar botes (sino lo habías hecho ya).

Para cuando llega el cuarto tema, esperas un tema lento. Y eso es lo que parece esconder: “Lullaby”, y decimos parece, porque nada más lejos de la realidad, quien pueda dormir con esta nana que nos lo comunique. Lo que parecía una inocente cancioncita, da paso, en su estribillo, a una canción colosal, de riffs poderosos y con un medio tiempo maravilloso que no te deja descansar.

Bien, llegamos al ecuador, tomamos aire y nos detenemos a escuchar la primera canción lenta del disco: “A Night to Remember”, nos gusta especialmente porque es donde los teclados se convierten en los reyes y señores, formando junto a la voz, un tema realmente bonito. ¡Venga! Sacad los mecheros, echadle el brazo al de al lado por encima y, ¡a cantar!

Con “Crying in the Rain” vuelven a entrar en escena, es de destacar su intro, con elementos naturales, algo que me recuerda (aún sin tener mucho que ver) en “Riders on the Storm” de The Doors, con ése trueno del principio. Mientras nos preguntamos dónde demonios han estado toda nuestra vida, volvemos a pensar en Journey y claudicamos: estamos ante uno de los mejores discos de los últimos tiempos. De nuevo nos sorprende la voz cristalina pero chulesca de Sanders, con buenos coros, una batería flipante y unos riffs de guitarra asesinos. Nuestra canción favorita del álbum junto a “Everything”.

El grupo deja espacio para sonidos más cercanos al heavy metal en los temas que siguen: “Calling Angels”, una canción donde dejan notar la influencia de Pink Cream 69. Y, “Hand on Hand”, donde el grupo parece haber mutado, creando una mezcla perfecta entre sonidos de fondo muy cercanos al power/ heavy metal, sin perder de vista el hardrock. Su historia con Deris está presente.

Al escuchar “Never say Never”, nos damos cuenta de que el grupo ha dejado lo mejor para el final. Su bajista es una maldita máquina, con ritmos Groove nos adentran en el tema más metal del disco. Un tema oscuro, en donde la voz de Mister Sanders vuelve a lucirse, demostrando que cubre un amplio rango de estilos y en donde el bajo se hace con el control absoluto. ¿Alguien ha dicho Rainbow y Dio en la sala?

El grupo se despide de nosotros con “The Silence”, un balada, en donde la voz de Mister Sanders, acompañada por del teclado, vuelve a brillar. Es un tema que nos vuelve a dejar en brazos de los 80`s, en ésta ocasión, en el pop de aquella época, con un tema que nos recuerda indudablemente a: “Hello”, de Lionel Richie.

En resumen: un disco cojonudo al que es imposible no ponerle un 10/10.

 

JessyKiller