BATTLE BEAST – Unholy Savior

Que el tercer disco es el que marca el estilo definitivo de una banda es una afirmación potente pero no necesariamente cierta. Ahí están Battle Beast, sonando a sí mismos antes incluso de la publicación de su primer LP. Sobran muestras a estas alturas. Los finlandeses han emergido como una de las mejores bandas nuevas de su género, apoyados por un sello como Nuclear Blast, pero sobre todo habiéndose ganado muchísimos fans a lo largo y ancho de Europa.
En una escena en la que antes se cae en la repetición y la copia antes que en un mínimo de originalidad, Battle Beast han conseguido un sonido propio apoyado en una colección de himnos indiscutibles. Y si la marcha de Nitte Valo supuso un jarro de agua fría para quienes la consideramos la mejor cantante de heavy metal de los últimos tiempos, su recambio, Noora Louhimo ha conseguido la dosis justa de confianza para volver a ser el centro de atención de un disco bueno, sí, pero algo insuficiente.
«Unholy Savior» es un montón de cosas. Es un tercer trabajo bastante inspirado y nada pretencioso, un paso adelante en una carrera que quizá empezó ya desde demasiado alto, y una referencia para el que busque sonar clásico y moderno en el heavy metal. Hay excelentes temas, como «The World and Everything in It», o «Madness», que mantienen el hilo conductor que empezó Steel en 2011 y fue explotado sobre todo en su continuación homónima (y que, dicho sea de paso, está envejeciendo mal). Pero también hay varios temas que, si bien no son relleno, sí son peligrosos giros estilísticos que conviene que se queden en anécdota: «Lionheart», que abre el disco, o «Unholy Savior» cruzan la línea del heavy metal clásico hacia el metal de dragones y mazmorras, con estribillos grandilocuentes prefabricados en un subgénero apolillado desde hace años. Y no olvidamos la no menos ruborizante «Touch in the Night», primer single, puro baile latino revestido de guitarras. Ni como broma entretiene.
Pero Battle Beast es una banda de músicos buenísimos, que consiguen un trabajo solvente donde otros sólo hubieran suscitado indiferencia. No sólo por las indiscutibles habilidades vocales de Noora (cuyo mayor defecto aparece en las comparaciones), sino por una base rítmica con más recursos de los habituales en estos géneros, un teclista que dota de matices y colorido a canciones, por lo demás, corrientes; y un par de guitarristas realmente imaginativos: casi todos los temas tienen su punto álgido no en el estribillo, sino en los solos.
Cada vez más, los fineses se acercan a bandas como Within Temptation o Blind Guardian y se alejan de otras como Judas Priest o Iron Maiden. Pero, además, se están acercando cada vez más a los rígidos estándares de género, volviendo al molde que rompieron con su debut.
«Unholy Savior» es un buen disco de heavy metal con tres o cuatro temas que dan la talla, pero en su conjunto no consigue pasar el umbral para convertirse en inolvidable.
Julen Figueras