BANG TANGO – Ready to go (2004)

Desde hace mucho tiempo los californianos Bang Tango han sobrevivido a las embestidas de las nuevas modas musicales en los States. Aún a pesar de solo contar como miembro original con su líder y vocalista, Joe Lesté, se atrevió además con otro proyecto paralelo llamado Beautiful Creatures, de la que parte de su formación estaba integrada también en este trabajo y que tuvimos el placer de ver en Barcelona junto a Faster Pussycat.

Ready to go fue la nueva propuesta que ofreció Joe y sus compinches en estudio en el 2004, bajo una nueva escudería, la famosa Sharpnel records/ Mascot records del señor Mike Varney, autentica factoría de guitarras virtuosos y descubridor de talentos de la talla de Malmsteen, Keel, Mcalpine, Tafolla, Le Mans que apostó por rescatar las bandas americanas de Hollywood.

Bang Tango no fueron muy del agrado de los fans típicos hard rockeros por aquel sonido underground que destaparon en su discografía. Pero este trabajo sorprendió, y mucho, a los hambrientos fans del genuino rock angelino. Ready To go, corte que abre el disco, entra sin titubeos ofreciendo autentico sleazy ochentero con guitarrazos acedecianos. Los siguientes dos cortes I came to see you y It ain’t easy son cosecha de la casa, autentico sonido caracterizado por la peculiar voz de Leste.

Rainy Day es una preciosa balada a lo Faster Pussycat en el que pone el piano el Guns and Roses, Dizzy Reed. Entramos a partir de aquí en un suculento repertorio glammy del que los Bang Tango carecían en sus anteriores trabajos. La voz de Joe se hace menos desgarradora y más melodiosa. Con influencias de los chicos de Phil Lewis (LA GUNS) llegamos a She knows better con estribillo machacón. Save myself for you, genuino toque a lo Guns and Roses. Roll me over y Love the life son bonitos homenajes a los dioses Hanoi Rocks, una mezcla de melodías acústicas y otra vez el piano de Dizzy en Love the life. Tell me, co escrita con John Corabi, el corte quizá más comercial y a la vez más roquero de todos, respira esencias aromaticas de sus vecinos Pretty Boy Floyd. Para finalizar Most important thing y Carry on nos devuelven a las melodías acústicas con claras influencias fasterpussianas. Debieron tener buenos maestros en aquella gira europea.

Con Bang Tango el glam y el sleazy para nada están acabados. Guardan la misma magia y actitud de hace 25 años en un país corrompido musicalmente por la basura televisiva. Ojala, algún día, las calles de Hollywood vuelvan a oler a rock.

Carlos Destroyer