ALAN PARSONS PROJECT – Crónica «Noches del botánico»

ALAN PARSONS PROJECT
Noches del Botánico, Madrid, 6 julio 2016
Crónica y fotos: Raúl Blanco

Con las ganas que había de ver este tour de grandes éxitos de Alan Parsons y al final todo acabo siendo caótico pero eso sí, demostrando que el público le tiene un gran cariño a este artista. De primeras todo se torció un poquito con el anuncio por megafonía a la hora en la que tenía que comenzar el show que informaba de que “el espectáculo comenzaría en 15 minutos”, ahí llego el único enfado de la gente esa noche.

A eso de las 22:10 aparecía en escena Alan Parsons con toda su banda bajo los acordes de “I Robot” como viene siendo habitual hace ya tiempo en las últimas giras del músico. Primera impresión, sonido cristalino desde las primeras filas, algo que realmente es muy complicado de escuchar en la inmensa mayoría de los conciertos pero, es que esto es otro nivel. El único miembro de la banda que faltaba por aparecer en escena, P.J. Olson lo hizo en el siguiente tema, “Damned I do”.

 

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Apenas llevábamos poco más de 10 minutos y llega el primer momento álgido de la noche, guitarra al hombro y turno para Mr. Alan Parsons de coger las riendas del concierto, “Don´t answer me” hace ponerse en pie al público que casi abarrotaba las gradas del Botánico. Una interpretación absolutamente perfecta, era como si estuvieras escuchando el disco incluyendo la impecable voz de Parsons que no ha perdido absolutamente nada de tonalidad con los años.

Si comparamos a Alan Parsons Project con una empresa hay algo fundamental que te hace confiar en ella con los ojos cerrados, el jefe al mando de la misma es de los buenos, de los inteligentes. Lo primero que hace es rodease de un gran equipo, en este caso la banda, con una inmensa calidad y muy versátil, y lo siguiente y más importante, delegar y cederles el protagonismo necesario en el momento adecuado sabiendo que al final todos saldrán ganando.

 

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Las muestras de las grandes dotes de mando de Alan Parsons se demuestran cuando escuchas “Psycobabble” cantada por Todd Cooper que habitualmente se sitúa a la derecha del escenario con su acústica y su saxo, o cuando la sigue “I wouldn´t wanna be like you” en la que la voz cantante es para el guitarrista Alaistair Green. Está claro que todo esto se puede hacer cuando cuentas con músicos con una calidad brutal como los de este Alan Parsons Project pero si no sabes manejarlo no sirve de nada, y si no cantas un tema al menos te dejan hacer una pequeña demostración de habilidad y clase como el solo de bajo d Guy Erez, en medio del tema.

Desde fuera la admiración impide que la envidia se apodere de ti al ver a tanto multi instrumentalista sobre las tablas, la razón, estas disfrutando tanto que el cabreo es porque sabes que al mirar a uno te estás perdiendo algún detalle de calidad de otro. Turno para Dan Tracey que además de estar dando una clase magistral de guitarra rítmica también le apetecía cantar sin ningún error “Days are numbers (The Traveller)”. El solo del tema, los pelos como escarpias, Todd Cooper al saxo demostrando que es un instrumento que da una elegancia y una brillantez al Rock melódico fuera de lo normal. Tanta perfección en el sonido y en la atmosfera que se estaba creando cabreo a los dioses, y en “The turn of a friendly card (part one)” comienzan a caer las primeras gotas de lluvia.

 

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Sin pausa suenan “Snake eyes”, “The ace of swords” y Alan de nuevo nos regala su voz en “Nothing left to Lose” con unos coros realizados por toda la banda PERFECTOS. ¿Quién dijo que para que unos coros suenen bien deben ir grabados? seguro que la afirmación vino de alguien que no ha visto en directo nunca a Alan Parsons Project. El problema, que cuando termina este grupo de temas con “The turn of a friendly card (part two)” la fina lluvia se convirtió en una brutal tormenta de verano y podías ver como saltaba el agua a los pies Dan Tracey mientras andaba por el escenario como cuando un niño chapotea en un charco con sus botas de agua nueva.

Automáticamente Alan pide perdón y anuncia que el show se para mientras que la mitad del público que aún no había salido a buscar refugio lo hace en ese momento. En este punto me gustaría dar la enhorabuena a la organización del evento, en lo que parece ser algo improvisado, sacaron rápidamente dos carpas similares a las sombrillas de playa pero en grade que situaron justo fuera de la zona de platea para que la gente se refugiara debajo. Un diez.

 

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Llevábamos únicamente una hora de concierto, y ya había pasado media desde que se paró el show por lo que todo hacía indicar que aquello, desgraciadamente había llegado a su final pero la gente se resistía a abandonar el recinto y tan pronto dejo de arreciar el aguacero allí estaba de nuevo el botánico, ya sin control de asientos porque estaban empapados convertido en un concierto al uso, tanto gente de grada como gente de platea de pie y reclamando la presencia del grupo que no tardó en aparecer en escena.

Tras una breve disculpa se anuncia que serán tres temas más, únicamente tres, pero que tres. “Eye in the sky” hizo enloquecer a la gente como corresponde por derecho propio a uno de los cortes con cartel de clásico no solo de la banda, clásico de la música. Vale que “(The system of) Dr.Tarr and Professor Fether” en un gran tema pero cuando suena ya estas deseando que termine porque sabes lo que viene después. El tema de los temas, la que desde mi punto de vista es la creación más perfecta de Alan Parsons, “Games people play”. Impecable en todas las facetas, tanto instrumentales como vocales pero, ahí amigo, cuando llega el momento del solo de saxo a cargo de Todd Cooper, seguro que por eso ceso la lluvia, porque no era justo que nos fuéramos de allí sin escuchar esta obra de arte hecha música.

 

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Era la hora de irse, justo las doce de la noche, la banda se despide pero sabiendo que el tiempo no había sido justo con los asistentes, Alan llama a la banda desde el centro del escenario porque quiere regalarnos al menos, una más. Y con “Don´t let it show”, y seguro que con el mal sabor de boca de la banda no hubo más remedio que dar por finalizada la noche. Una autentica lástima que el show se quedara en poco más de hora y cuarto, nos perdimos temas como “breakdown” o “La Sagrada Familia” que a buen seguro hubieran sonado anoche pero, no se puede luchar contra la meteorología.