REVERTIGO – Revertigo (2018)

La noticia de un nuevo proyecto entre pesos pesados de la música escandinava, por el derecho que imprimen las dilatadas carreras de Mats Levén (YNGWIE J MALMSTEEN, THERION, SWEDISH EROTICA, SOUTHPAW, entre muchos otros) y Anders Wikströn (TREAT), ha suscitado un fuego cruzado de opiniones, tras las primeras impresiones entre los que hemos podido escuchar, por nuestra labor, su debut por adelantado.

Si bien, entre comentarios a través de los mensajes que compartimos en nuestros recovecos de la redes, lo que sí ha conseguido el proyecto denominado REVERTIGO es causar revuelo, lo que denota que ha despertado interés, y,ç eso en la actualidad ya es un logro, para bien o para mal.

Y es que, para ser sincero, casi todas las reflexiones que se han descrito tienen su punto de razón, sería incapaz de obviar eso, y creo firmemente que la lacra de este trabajo será que la valoración que se le otorgue dependerá de la susceptibilidad y la subjetividad de cada oyente.

Hard Rock melódico sueco de sonido actual, con una producción opulenta como se destila hoy en día, y para no despertar temores innecesarios, sin dar la espalda a la casta de la que provienen. Mucha reminiscencia a los presentes TREAT en lógica consonancia a la firma compositiva de Wikströn. Pero no todo queda ahí, y mi misión es contároslo. La vuestra haceros con este trabajo y juzgar.

Hoodwinked estrena el compendio con suavidad, calidad y un torrente de melodías destacables por parte de un siempre seguro Levén. Entre cortantes acordes menos habituales, baten sus alas con comodidad para posarse en mitad del tema en una de las influencias que destaco más allá de lo obvio, la de unos VAGABOND más diáfanos, menos excéntricos.

Sailing Stones es POODLES en estado puro, sobrepasando la figura original y con un mayor enfoque a la hora de crear dependencia de las cualidades que un buen chute de hard melódico escandinavo puede generar en los amantes de lo exclusivo.

El impacto rítmico, sacudiendo el adormilado buen gusto basado en la simpleza, del Lift You Up de GOTTHARD, se mezcla con una estrofa adecuada al recuerdo de Eleanor Rigby de los BEATLES. Todo bajo la tutela compresiva del muro de sonido de teclados, guitarras, programaciones y coros (de nuevo muy JORN) que exprimen, en su formidable estribillo, la fórmula de los “caniches”, de continuo, hasta la perfección. Symphony Of Fallen Angels.

Épica contenida, gruesa majestuosidad huésped de los recientes discos de TREAT a lo largo de un The Cause que, en la recaída a un coro “vagabundo” encuentra un hogar personalizado donde las paredes hablan a gritos.

Gate of The Gods sigue esa tónica y es, también, más Poodles, en acertados tramos, que ellos mismos en sus encarnaciones más cercanas. Recuerdos al segundo trabajo de STARBREAKER (Tony Harnell) con su goteo de notas de teclado en atmósfera, arropados por un coro grave etiqueta LANDE, y que se funden en un estribillo colosal. Una voz femenina entra en escena reforzando el dramatismo del tema, alzando una plegaria, en castellano, a la deshumanización de los dioses. Nunca llegará a su destino, varada e imposibilitada ante el aliento mecánico de los sintetizadores interpuestos entre locutora y público ausente.

False Flag parece un descarte injusto de TNT en el afamado My Religion. Ataviado con prendas pertinentes para no desentonar en el futuro presente, vamos a entendernos, para no hacer un McFly de la célebre Regreso al Futuro, aúnando fuerza y melodía a partes iguales con gratitud.

La única balada en visitarnos, Unobtainium, nos obsequia con un regalo de bienvenida a modo de exotismo oriental en sus cuerdas y amplitud vocal de este grandioso Mats Levén en estado de gracia. Belleza en rangos lejanos al canon estilístico del género.

Si la curiosidad llama a tu puerta cuando te plantee como podría sonar un blues rock setentero uniformado a lo TREAT, con pasajes de sinfonía hippy, e insertar un discurso propagandístico, entre medias sin perder identidad, abre y recibe a Luciferian Break Up.

Donde mayormente noto la confluencia absoluta de TREAT y THE POODLES es en Joan Of Arc, en Breakaway y en la final Revertigo, sin más atisbos de originalidad que dimensionen estos temas un peldaño más allá. Malo no resulta pues son tres temas disfrutables pero no dejan de ser exponentes de una cadena de montaje que roza el abuso a estas alturas del redondo.

Mats Levén voces estratosféricas, guitarras y teclados, Anders Wikström coros, bajos, guitarras y teclados añaden las poderosas baterías de Thomas Broman (ROAD TO RUIN, TRICKVAG) a un disco que en sus inicios te eleva y te produce vértigo, para después mirar hacia abajo y acostumbrarte a la altura sin riesgos, siempre desde una factura a la escala de las figuras principales.

A mí me ha gustado mucho, y con eso me quedo. Espero saber que os ha parecido a vosotros.

Jesús Alijo «Lux»

 

Producido por: REVERTIGO (Anders Wikström/Mats Levén)
Estudio: Silverchord Studio/Uzi G Studio/Mir Studios
Grabado por Peter Mansson/Anders Wikström/Mats Levén
Mezclado por Peter Mansson (Mir Studios)
Masterización: Svante Forsbäck, Chartmakers OY
Mats Levén (Voz, Guitarras, teclados), Anders Wikström (Guitarras, Bajo, teclados, coros)
Baterías por Thomas Broman